En este primero de mayo, se cumplen años desde que nos dejó uno de los más grandes pilotos que haya pisado la pista de la Formula 1: Ayrton Senna. Su legado trasciende el tiempo y su memoria sigue viva en los corazones de millones de aficionados al deporte motor en todo el mundo.

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Ayrton Senna da Silva, nacido el 21 de marzo de 1960 en Sao Paulo, Brasil, no solo fue un campeón de la velocidad, sino también un símbolo de dedicación, pasión y talento en su máxima expresión. Con su estilo agresivo pero calculado, conquistó la admiración de fanáticos y colegas por igual.

Su carrera en la Formula 1 estuvo marcada por momentos de gloria y tragedia. Con tres campeonatos mundiales en su haber (1988, 1990, 1991), Senna demostró una y otra vez su destreza al volante y su capacidad para superar obstáculos en la pista.

Sin embargo, fue en el Gran Premio de San Marino de 1994 donde la tragedia golpeó con fuerza. Durante la carrera, Senna sufrió un fatal accidente que conmocionó al mundo entero. Su partida dejó un vacío imposible de llenar en el deporte motor y marcó un antes y un después en la seguridad de los pilotos.

A pesar de su prematura muerte, el legado de Ayrton Senna perdura en cada curva, en cada adelantamiento audaz y en cada victoria conseguida. Su nombre sigue siendo sinónimo de excelencia y su influencia se extiende más allá de las pistas de carrera.